jueves, noviembre 27, 2008

 

Festschrift / Liber Amicorum Günter Maschke



El número doble de Empresas políticas (10/11), correspondiente a los dos semestres de 2008, acaba de ponerse en distribución. Como ya se adelantó en el número anterior, la nueva salida de nuestra publicación constituye un Liber Amicorum ofrecido al agudo pensador político alemán Günter Maschke. En sus páginas se dan cita más de una veintena de textos de autores alemanes, españoles, franceses, italianos, croatas, búlgaros, peruanos, argentinos y colombianos. El historiador Ernst Nolte, el afamado novelista alemán Martin Mosebach o el filósofo Alain de Benoist son una pequeña muestra del fantástico elenco intelectual que ha reunido la figura política de Maschke.
Pueden tener interés para los lectores de esta bitácora algunos párrafos biográficos extractados de la presentación del magnífico tomo:
...Günter Maschke nació en Erfurt el 15 de enero de 1943, pero creció en Tréveris, la ciudad natal de Carlos Marx, desde los seis años. Ávido lector de las novelas de aventuras de Karl May, interrumpió su escolaridad a los diecisiete años. Su padre adoptivo, un industrial sombrerero, le empleó en una agencia de seguros. Como él mismo ha contado en unos deliciosos apuntes autobiográficos (Confessions d’un renégat. Rapport très provisoire, 1998), desde su mesa de trabajo contemplaba todos los días la casa natal del Prometeo de Tréveris. En su ciudad provinciana, de ambiente acusadamente anticomunista, declararse marxista era como condenarse socialmente. Quizá esta razón fue suficiente, al menos en un principio, para que un espíritu tan sensible a la estética como contradictor de ciertas convenciones sociales se diera a la lectura de Marx, en los tomos que le prestara Helmut Ensslin, autor del retrato que ilumina nuestra portada. Y para militar en el ilegal KPD. El materialismo dialéctico le vacunó, por así decirlo, contra el virus-Adenauer.
Adoptando como divisa
La impertinencia triunfa, se hizo una fama de hombre rebelde. En 1963 ingresó en la Technischen Hochschule de Stuttgart, estudiando en la cátedra de filosofía y estética de Max Bense. Se familiarizó con la Escuela de Frankfurt y al año siguiente fue captado, desde Tubinga, por Ernst Bloch, quien le hizo redactor del diario Notizen. El homo ludens Maschke jugó entonces a la subversión, protagonizando acciones de estilo dadaísta. En 1965 evitó la conscripción militar, se convirtió en desertor y marchó a Viena en donde, a la cabeza de la Asociación de estudiantes socialistas austriacos, organizó las manifestaciones contra la guerra del Vietnán. Su agudo sentido político le valió entonces el sobrenombre de Maschkiavelli. En 1967 fue detenido, quedando a espera de ser repatriado a Alemania. Pero su amigo, el embajador de Fidel Castro en Viena, Luis Orlando Rodríguez, le ofreció entonces, con sentido de la oportunidad, asilo político en Cuba.
Durante dos años vivió como un revolucionario cubano, hablando español –lengua que aprendió pronto– y apartado de otros extranjeros. Pero pronto se desencantó de las falsificaciones del castrismo, un absurdo estalinismo tropical: su revolución, que no fue popular, convirtió Cuba en un país tercermundista. Expulsado por Castro por «actividades contrarrevolucionarias», arribó a su país vía Madrid en noviembre de 1969. Saldó sus cuentas con la justicia militar y se instaló en Francoforte. En la ciudad del Meno vivió como preceptor privado y articulista de la
Frankfurter Allgemeine Zeitung. Cultivó desde entonces el pensamiento contrarrevolucionario. Menudean en su obra los escritos sobre la guerra, pero sobre todo los dedicados a Carl Schmitt, de quien ha cuidado dos magnas compilaciones: Staat, Großraum, Nomos (1995) y Frieden oder Pazifismus? (2005)...
El número especial de Empresas políticas (25 euros) puede adquirirse en la dirección habitual de la Sociedad de Estudios Políticos (sepremu@yahoo.es)

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